

Una historia sobre los hijos de Martín Fierro
A más de 100 años del nacimiento de “El gaucho Martín Fierro” y en conmemoración del Día de la Tradición Argentina, el Departamento de Audiovisuales Milenio y la Fundación Josefina Valli de Risso, junto a sus instituciones educativas (Instituto Milenio Villa Allende e Instituto Educativo Nuevo Milenio), lanzaron una nueva producción que reconstruye, en una adaptación libre, el encuentro del famoso personaje literario con sus hijos. En una apuesta ambiciosa, el rodaje incluyó a más de 200 personas y recorrió los paisajes de Córdoba. Se estrenó con gran éxito en Córdoba y en Unquillo.
Los hijos de Fierro
“El gaucho Martín Fierro”, junto a su continuación, “La vuelta de Martín Fierro”, constituyen el ejemplo por excelencia de la literatura gauchesca y, para muchos, una muestra indiscutible de argentinidad. Incluso Leopoldo Lugones consideró al poema narrativo como “el libro nacional de los argentinos”, título que efectivamente ostenta en la actualidad.
Hoy en día, la obra escrita por José Hernández entre 1872 y 1879 no sólo es un clásico de nuestra literatura, sino que sus versos siguen interpelando a los lectores del siglo XXI, inspirando nuevas historias, ilustraciones, adaptaciones teatrales y, por supuesto, cinematográficas.
Así sucede con el último proyecto del Departamento de Audiovisuales Milenio de la Fundación Josefina Valli de Risso (que reúne a los colegios Instituto Educativo Nuevo Milenio de Unquillo e Instituto Milenio Villa Allende). Como en ocasiones anteriores, la producción involucró una ambiciosa puesta en escena motorizada por 200 personas y la participación de estudiantes, docentes, familias y otros miembros de la comunidad académica.
“Se trata de una versión libre sobre la historia de los hijos de Martín Fierro. Nos basamos en lo que se cuenta en el poema, pero de las lagunas que siempre quedan en las obras, hicimos una ficción para llegar al momento en que ellos se encuentran con su padre. Es la aventura de explorar esos universos posibles que se desprenden del libro, transitar libremente lo que podría haber sido, sin modificar la historia original”, explicó Cristian Salas, director y guionista del proyecto.
Así surgió un mediometraje que mezcla documentación y ficción, donde resultó clave el asesoramiento de docentes de la Fundación y especialistas como el historiador y actor Enzo Regali y la Licenciada en Historia Marta González. “Hace rato que queríamos trabajar esta idea, sobre todo pensando qué le habrán dicho esos hijos a un padre tan ausente, cómo pudo ser esa conversación. En el poema, no se habla de eso que ocurre en su interior”, sostuvo Salas.
Un rodaje hacia el pasado
En la búsqueda por reconstruir un escenario histórico y geográfico distante (la llanura pampeana de 1880-1890), dentro de los límites de Córdoba, el equipo de Audiovisuales Milenio realizó un exhaustivo trabajo de investigación. “Nuestra provincia tiene una riqueza histórica impresionante, sobre todo en ciertas zonas inhóspitas del Camino Real. Para mí, Córdoba tiene todo para filmar, desde los paisajes hasta las construcciones antiguas y modernas. Teníamos que aprovechar eso”, apuntó el director de Sangre de Fierro.
Durante las dos semanas de rodaje, se utilizaron seis locaciones diferentes, con algunas perlitas como la Estancia Pizarro, en Unquillo, o la Estancia Santa Rosa del Prado, ubicada en Ascochinga, que está pronta a cumplir cien años de vida. Además, el equipo se desplazó a otros lugares más desafiantes, como el predio de la Escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional en Jesús María y la Posta y Estancia de San Pedro Viejo, construcciones iniciadas en 1760 donde se alude al paso de dos próceres argentinos: José de San Martín y Manuel Belgrano.
La apuesta no sólo incluyó a miembros de la comunidad milénica, sino que también participó el Sindicato de Trabajadores Pasivos, La Metro (Escuela de Diseño y Comunicación Audiovisual), Gendarmería Nacional y las Municipalidades de San Pedro Norte y de Villa Tulumba. Asimismo, se integraron padres, estudiantes y docentes de otras escuelas: Obispo Olegario Correa, el IPET N° 125 Lidia Pura Benítez, el colegio Manuel Belgrano y el IPEM 369 Anexo de San José de las Salinas de San Pedro Norte. Obviamente, no podían faltar las delegaciones gauchas de Villa Tulumba, como Mario Enrique Flores, Virgen del Cerro y Granadero José Márquez.
“Todo esto es un delirio donde tratamos de hacer posible lo imposible. Tenemos un período histórico remoto, una estancia, un pueblo, una procesión, un combate. Recorrimos todo el norte de Córdoba y parte del Camino Real buscando locaciones, hablamos con cientos de personas, desde historiadores hasta delegaciones gauchas, y filmamos muchos días con un clima súper hostil. ‘Sangre de Fierro’ es una apuesta y un desafío enorme”, destacó Salas.
A esta ambiciosa meta para la puesta en escena, se sumaron los desafíos técnicos. “Cambiamos la tecnología. Ahora estamos grabando con cámaras 4K y con un sonido más preciso, para que la calidad de la filmación acompañe la magnitud de la gesta. A nivel actoral, trabajamos con argumentos completos de principio a fin, y hay un gran laburo musical por parte de Guillermo Rebosolán. Hemos sumado a mucha gente y eso lo hace extremadamente difícil, pero también, sumamente hermoso”, concluyó el director.



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