Educación, el legado de Josefina



Josefina Valli de Risso tuvo un sueño cumplido: otorgar buena educación a la región. Ella creía fehacientemente en que la educación era la base de un país, y fue por ello que apoyó a su familia en la conformación de la Fundación que lleva su nombre, cuyo objetivo es la educación en todos los niveles. Este legado persistirá por siempre.

El 27 de febrero de 2018, a la edad de 98 años, falleció Josefina Valli de Risso, presidenta de la Fundación que lleva su nombre, que tiene como objetivo y estandarte del presente y el futuro a la educación, a través de sus institutos educativos Nuevo Milenio y Milenio Villa Allende.

Describir a “Pocha”, como la gente usualmente la llamaba, no es tarea fácil, porque sintetizar tantas cualidades de una mujer pionera y emprendedora en simples palabras no sería suficiente.

Josefina fue custodia de la continuidad de la idea de la educación como base de vida. A su vez, fue una impulsora de un desarrollo organizacional de la Fundación apoyado en el estatuto, y transmitía el sentido de la responsabilidad en todos los profesionales que forman parte de la misma.

El legado de esta gran mujer no culminó con su partida, sino que permanecerá en las bases que sembró y cosechó entre su familia, amigos, y en la comunidad educativa que tanto la recuerda.

Su historia

Madre de cinco hijos (Graciela, Roberto, Guillermo, Luis y Mario) y esposa de Don Roberto Risso, se convirtió en una mujer que inculcó a su familia valores increíbles, desde la honestidad y la humildad, el sentido de justicia y la responsabilidad.

Como una persona estricta y determinante, como la recuerdan sus seres queridos, mantuvo las ideas y los principios en una línea recta e inquebrantable.

Josefina tuvo que convertirse en una mujer autodidacta, terminó el nivel primario y aunque ella quería seguir estudiando, su familia no se lo permitió porque debía viajar a Córdoba, cuestión complicada en ésa época. En Unquillo, durante esos años no había otras posibilidades. Entre sus recuerdos siempre permaneció el deseo que manifestaba desde su niñez de estudiar. Su formación intelectual la realizó gracias a su amor por la lectura, según destacan sus seres queridos.

“Sin lugar a dudas tenía una personalidad fuerte, una mujer de carácter, intelectualmente muy preparada; era una ávida lectora”, destacan sus allegados.

Le gustaba acompañar a sus hijos en sus actividades disfrutando de su compañía y sus logros.

Cuando una parte se instaló en Italia viajó casi 25 años seguidos para compartir con ellos sus vidas, sus progresos y sus alegrías.

Su gran amor de madre le permitió ver crecer a sus hijos, fomentando su formación y apoyándolos en los emprendimientos que ellos iniciaban. Los Risso eran gracias a Josefina una familia unida por el amor de esa madre que estuvo presente en cada momento de sus vidas.

Pionera y rebelde para una época de hombres

En las primeras épocas de Unquillo, cuando el correo distaba mucho tiempo de ser electrónico, más bien era de tracción a sangre, una pequeña niña arribaría a la edad de siete años a este pequeño poblado y tiempo después se transformaría en la primera empleada pública mujer de la telefónica unquillense.

El servicio telefónico de la mano de Roberto Risso llegó a Unquillo en el año 1939. “Él venía de ser jefe de tráfico de Rosario y Santa Fe, y cuando se enfermó, por sugerencia de su médico, pidió traslado a Córdoba de forma provisoria, para de ésta manera poder recuperarse, que con el tiempo se convertiría, en definitiva. Entonces, la empresa que en esa época pertenecía a una sociedad inglesa le dio indicación de crear una central telefónica en un Unquillo pujante y turístico”, explicó su hija Graciela.


“Recuerdo una anécdota que cuando conectaba las llamadas de Guido Buffo y Lino Spilimbergo me quedaba hablando durante un largo rato. Spilimbergo me pedía que deje ir a mi hija así él podía pintarla, pero yo no se lo permitía ya que no había nadie que pudiera acompañarla” (Josefina Valli de Risso).


Por ese entonces, y como expresó Graciela, Josefina Valli “fue una pionera en muchos aspectos y una rebelde para la época. Esto se debió a que, en los primeros tiempos, cuando era extraño que las mujeres realizaran trabajo fuera de su casa, mi mamá se atrevió a trabajar en una oficina pública, a traspasar esa línea, cuando los derechos de las mujeres aún estaban lejos de existir”, agregó su hija.

Como la demanda del servicio fue creciendo, de ésta manera comenzó su vida laboral. Así fue como conoció al que sería su futuro esposo con quien formaría una familia.

Su principal sueño y anhelo: la Educación

En su momento, Marta Cristina Parisi le había pedido colaboración a la familia Risso con respecto al Nuevo Milenio ya que por problemas edilicios la escuela se cerraba.

Gracias a su experiencia de vida, a la importancia que ella daba a la educación y a las iniciativas sociales, Josefina apoyó e incentivó el proyecto institucional de gran magnitud emprendido por sus hijos, el Instituto Educativo Nuevo Milenio de Unquillo y allí comenzó nuestra historia. Con el correr de los años se agrega a la Fundación, el Instituto Milenio Villa Allende.

En la fundación y como presidenta de la misma, ella estaba interiorizada de todo el movimiento. Monitoreaba el clima de las dos instituciones educativas de Unquillo y Villa Allende, además, hasta los 95 años ejerció en su cargo y concurría a la escuela.

“Cuando se hizo cargo de la presidencia, lo primero que pidió fue el estatuto, se lo leyó entero, tanto que ante cualquier cuestión te citaba el mismo. Ella siempre hacía muchas preguntas, porque era una mujer muy curiosa y a través de estas hacía reflexionar a la gente”, dijo Risso.


“A pesar de su carácter fuerte para enfrentar muchas vicisitudes tenía siempre un gesto afectivo y cariñoso para todos. Lectora por excelencia, leía sin anteojos y le apasionaba la historia, la actualidad, tanto nuestra como los de otros personajes destacados, diarios y libros. Participaba cuando podía a eventos, formó parte del elenco de un spot que realizó el área de Medios Audiovisuales del instituto en pro del respeto a la vida”. (Marta Cristina Parisi).

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.