A más de cien años del nacimiento de la épica poesía de El gaucho Martín Fierro, se gesta una libre interpretación cinematográfica propuesta por Audiovisuales Milenio de la Fundación Josefina Valli de Risso. Aún en preparativos, los rodajes fueron un desafío para la puesta en escena que recorre los paisajes de Córdoba y sus secretos históricos. No hay fecha de estreno pero sí un nombre “Sangre de Fierro”.
Fotografías de Andrea Anchelevich | andreanchelevich.com
“El gaucho Martín Fierro” (Ida) es considerado la obra cumbre de la literatura argentina y junto a su continuación, “La vuelta de Martín Fierro” (Vuelta) constituye el ejemplo por excelencia del género gauchesco. Incluso, Leopoldo Lugones consideró a la obra como “el libro nacional de los argentinos”. Y así fue, la obra y poesía de José Hernández se convirtió en un clásico de la literatura nacional, sus versos les siguen hablando a los lectores del siglo XXI, y siguen inspirando nuevas historias, dibujos, salas de teatro, y cómo no, al cine.




Así sucede con el último proyecto cinematográfico de Audiovisuales Milenio de la Fundación Josefina Valli de Risso que reúne a las escuelas Instituto Educativo Nuevo Milenio e Instituto Milenio Villa Allende. Como en otras ocasiones, la ambiciosa propuesta involucra parte de la historia y también de la literatura, rescatando al pasado con nuevos relatos forjados con libertad, en una producción motorizada por 200 personas.





“Es una versión libre sobre los hijos del Martín Fierro. Nos basamos en lo que sabemos de sus hijos y que se enuncia en el poema literario. De las lagunas que siempre quedan en las obras, hicimos una ficción para llegar al momento del encuentro de los hijos con el padre. Sería escarbar, ahondar en la construcción de universos posibles que figuran en la obra y transitar libremente en lo que podría haber sido sin modificar la historia”, indicó Cristian Salas, Director de Audiovisuales Milenio sobre la producción que se encuentra en cocción.
Así surgió un mediometraje ficcional, y para ello debieron asesorarse con docentes de los colegios y especialistas como el historiador y actor Enzo Regali y la Licenciada en Historia Marta González. Asimismo, aquellos posibles que quedaron al margen del relato representaron un desafío. “Esta obra queríamos trabajarla hace rato, sobretodo en qué habrán dicho esos hijos a un padre tan ausente, cómo pudo ser la conversación. En el poema, no figura eso que transita en su interior”, sostuvo Salas.
Un rodaje hacia el pasado





El universo de posibles literarios abrió espacio a la trama y a una intensa búsqueda de lo que pudo ser el contexto de los hijos de Martín Fierro alejados de La Pampa, y en esta pelea por la fidelidad histórica Córdoba fue una respuesta. “Tiene una riqueza histórica impresionante, sobre todo en zonas inhóspitas del Camino Real. Para mí, la provincia tiene todo para filmar, hay paisajes, construcciones antiguas y nuevas y había que aprovechar eso y ver que podíamos resolver con lo que ya estaba disponible en el entorno”, rememoró Salas.
La versión libre recrea el marco histórico de 1880-1890, y las construcciones antiguas fueron las perlas, como la Estancia Pizarro de la ciudad de Unquillo o la Estancia Santa Rosa del Prado ubicada en Ascochinga. Además, se utilizaron otras locaciones, donde recrear fue un desafío, como el predio de la Escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional en Jesús María o bien la Posta y Estancia de San Pedro Viejo, construcciones iniciadas en 1760 y donde se alude el paso de dos próceres argentinos como José de San Martín y Manuel Belgrano.



Han utilizado ocho locaciones en este desafío cinéfilo donde participa la comunidad educativa milénica, el Sindicato de Trabajadores Pasivos, La Metro, Escuela de Diseño y Comunicación Audiovisual, Gendarmería Nacional, las Municipalidades de San Pedro Norte y de Villa Tulumba, junto a las escuelas Obispo Olegario Correa e IPET N° 125 Lidia Pura Benitez. Inclusive, alumnos, padres y docentes del colegio Manuel Belgrano y del IPEM 369 Anexo San José de las Salinas de San Pedro Norte. Obviamente no podían faltar las delegaciones gauchas de Villa Tulumba, como Mario Enrique Flores, Virgen del Cerro, y Granadero José Marquez.
“Es extremadamente un delirio, una imposibilidad donde tratamos de hacer lo posible. 1880, una estancia, un pueblo, una procesión, un combate, es un desafío gigante. Nos ha tocado clima muy hostil, fue difícil encontrar las locaciones, recorrimos todo el norte de Córdoba, hicimos parte del Camino Real, hablamos con cientos de personas, delegaciones gauchas, historiadores”, suspiró el Director entre los detalles de producción.

A esta ambiciosa meta para la puesta en escena se sumaron los desafíos técnicos. “Cambiamos la tecnología, ahora estamos grabando con cámaras 4K y con un sonido más preciso, para que todo eso también acompañe a la magnitud de la gesta. A nivel actoral, trabajamos con argumentos completos de principio a fin, y hay un trabajo a nivel musical de Guillermo Rebosolán, estamos trabajando con mucha gente lo que lo hace extremadamente difícil y hermoso”, finalizó Cristian Salas.
Breve de un héroe en poesía

Poeta, periodista, militar y político, José Hernández fue retratado como un hombre de muchos oficios, pensador comprometido y defensor de la justicia social, de la independencia de las provincias argentinas ante el predominio político de Buenos Aires. Tras participar en una rebelión de federales para terminar exiliado en Brasil, el reconocido poeta se lanzó al mundo del periodismo donde logró hacer eco de sus ideas. Ahí, en 1872, José Hernández comenzó a hilar el poema narrativo “El gaucho Martín Fierro”, un personaje que representó a un trabajador incansable, y a quien la injusticia social de su contexto histórico lo vuelve matrero, es decir, rebelde, fuera de la ley, independiente y asimismo heroico. En parte, el poema representa una protesta contra la política del por entonces presidente, Domingo F. Sarmiento, que reclutaba por la fuerza a los gauchos para que defendieran las fronteras de los pueblos originarios.
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