Las consecuencias de las distancias físicas y las virtudes de los nuevos vínculos con las familias, son algunas de las características del nuevo contexto educativo para las docentes del Nivel Inicial. Las distintas estrategias aplicadas fueron diseñadas para no perder los vínculos sociales. Aquí parte de su experiencia.
Ante un nuevo panorama educativo dominado por la virtualidad, las docentes de los niveles iniciales vieron su actividad profundamente modificada. La presencialidad física es uno de los principales desafíos a sortear, pero a su vez abrió nuevas puertas, como la de las familias que permiten generar otro encuentro entre niños, niñas y docentes. Asimismo, el trabajo en conjunto para enfrentar a la pandemia generó nuevas prácticas y modos de comunicación y vinculación.
Desde un inicio, las áreas que conforman el Nivel Inicial del Instituto Milenio Villa Allende y del Instituto Educativo Nuevo Milenio (IMVA – IENM) aplicaron distintas estrategias que dieron lugar a la continuidad educativa. Se creó una sala virtual con diferentes actividades que permitieron recrear una experiencia lo más real posible a la presencia en las salas.
Las propuestas abordadas durante este tiempo fueron articuladas entre distintas áreas de trabajo y materias especiales teniendo en cuenta la necesidad de generar los vínculos sociales, esenciales en el proceso educativo.



En este sentido, Jessica Soler, docente del Nivel Inicial IMVA, indicó: “Por medio del aula virtual estamos en contacto con nuestros pequeños y les enviamos actividades juegos, canciones, cuentos y saludos para seguir como si estuviéramos en el jardín y para que sientan que todas las seños estamos cerca, hasta preparamos sectores de trabajo y juegos como lo hacíamos en el colegio”.
A su vez, como pauta general, los niños y niñas del Nivel Inicial cuentan con un seguimiento realizado a través de fotos, audios y videos de sus propias producciones. “De esta manera podemos tener un registro de cómo están trabajando en el hogar y quienes los acompañan en las actividades. La mayor dificultad es que no podemos estar en las salas al lado de ellos para ver cómo son sus procesos y cómo buscan estrategias para llegar a un objetivo”, advirtió Soler.
Por su parte, la maestra Carolina Torres también indicó: “En general nos tuvimos que adaptar. Si bien la escuela acompaña, los docentes acompañamos y nos mantenemos en contacto fluido, falta el contacto humano, el afecto, el vínculo cara a cara, el abrazo, la mirada”. También Leticia Juncos, Nivel Inicial IENM, coincidió en esta mirada. “Lo más difícil es el vínculo con los chicos. Trabajo mucho con las emociones, con lo que les pasa y sus necesidades y eso se da en el contacto diario”.
Las familias como puente para educar

“Claramente no es lo mismo que estar con ellos dentro de la sala, pero la respuesta que he tenido de las familias me facilitó las tareas para seguir. Estas estrategias como videos, tutoriales, cuentos, audios, ayudó a que las mismas familias hiciesen las devoluciones. Eso ayudó mucho a poder hacerle un seguimiento más específico de cada niño o niña”, contempló Leticia Juncos.
Ante el nuevo panorama mundial y los condicionamientos en materia de educación, las familias brindaron una respuesta que permitió y facilitó la continuidad de los contenidos formativos. Carolina Torres, advirtió: “Esto (la virtualidad) modifica la enseñanza y aprendizaje de los niños y también las estrategias que utilizan los maestros para enseñar. Pero considero que hay otros contenidos que se están aprendiendo y que también son importantes y válidos. Esta nueva restructuración que nos tocó vivir a todos muestra otra parte de la enseñanza, un acercamiento nuevo que consolida la familia”.



Fotos de archivo: El Día del Animal los más pequeños/as fabricaron sus propias mascotas en el hogar con la compañía virtual de las seños.
Uno de los principales soportes en el nuevo panorama educativo lo representan las mismas familias que integran la comunidad ya que han permitido “afianzar vínculos” y “re-establecer códigos emocionales”. Celina Zechin calificó a la familia como puente entre niños/as y docentes. “Necesitamos si o si de la familia, es nuestro condicionante para trabajar a través de la virtualidad”.
Para finalizar, las maestras pusieron en relieve el compromiso asumido y la disponibilidad diaria para seguir adelante en este nuevo panorama. “El equipo que conforma el jardín está comprometido y con gran disponibilidad para seguir cada día construyendo nuevas propuestas y formas de llegar a cada niño, con el ingrediente que nunca falta y nos caracteriza que es con muchísimo amor”.
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